La duración de un procedimiento de divorcio es variable, depende de circunstancias como el tipo de divorcio de que se trate; si éste es promovido ante la Autoridad Judicial o bien ante el Juez u Oficial del Registro Civil; de la carga de trabajo de los Juzgados o de los Juzgados u Oficialías del Registro Civil y además de que durante el procedimiento interfieran vacaciones o días inhábiles oficiales.
No obstante ello, la duración de los procedimientos de divorcio no debe ser larga, toda vez que se rigen por los principios de celeridad y economía procesal.